Los TCA o Trastornos de la Conducta Alimentaria son enfermedades mentales graves que afectan a un nivel biológico, psicológico y social, en donde existe una alteración de los hábitos alimenticios por un exceso o una pérdida de control, los cuales provocan repercusiones físicas que pueden ser letales.

Cualquier persona a cualquier edad puede llegar a desarrollarlo, sin embargo, es mucho más común en mujeres adolescentes y jóvenes. 

Es fundamental tomar conciencia tanto a nivel individual como en nuestra comunidad sobre la importancia de respetar a los demás, reconociendo y aceptando la diversidad de cuerpos de cada persona.

Tanto para uno mismo como para los demás, es importante evitar realizar comentarios respecto al cuerpo, ya que el impacto de las críticas respecto al peso o figura pueden llegar a detonar ansiedad, afectar la autoestima y percibirse como acoso, lo cual podría desencadenar un TCA. 

Del mismo modo, es necesario evitar hacer comparaciones del cuerpo real con figuras ideales de modelos y artistas, ya que estas suelen estar editadas y no son congruentes con un cuerpo real y saludable. 

Los dos más conocidos son la Anorexia Nerviosa y la Bulimia Nerviosa, pero existen otros como el Trastorno por Atracón, el Trastorno de Rumiación y el Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos (TERIA), entre otros.

Los TCA pueden iniciar por distintas causas en cada persona, tanto a nivel biológico, psicológico como social. Algunas de las causas más comunes son: practicar dietas restrictivas, el bullying, dificultad para regular emociones y afrontar situaciones estresantes, una baja autoestima, la insatisfacción corporal, la pubertad y los cambios corporales de esta etapa, la obesidad, las prácticas de algunos deportes y modelaje, los modelos estéticos socioculturales, y la herencia genética.

Lo ideal es obtener una atención integral: Psicología, psiquiatría y nutrición.

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